Quién quiere amor teniendo una visa oro en la mano, eso iba pensando yo esta tarde de camino a la estética para que me mimase muchísimo mis manos. Tras haberme gastado dinero que no debía gastar, en dos vestidos monísimos de la muerte. Vale, el rollo revival años 80 no me mola demasiado, pero hay que aceptar que los vestidos estrechos con forma de mujer son ideales si tienes las caderas tan anchas que hacen que se pueda apreciar la cintura. Cuando, de repente, me he acordado de la conversación de la comida con las chicas.
Ellas me han sugerido que me ponga la televisión de ono para así poder seguir disfrutando de mi querida Fox y mi adorado Cosmopólitan, yo he comentado:
- para hacer eso debería buscarme un mantenedor, con 100 euritos más al mes me bastaría.
Maria entre dientes ha dicho.
- “Eso es prostitución”
Todas hemos reaccionado con una sonora carcajada. Creo que en la mesa de al lado han descansado tras nuestra marcha.
PS. esta semana firmo la hipoteca, mis próximas entradas serán de decoración y cosas de marujas aceleradas y angustiadas por llegar a final de mes.